sábado, 6 de diciembre de 2008

San Sebastián: un sueño en el mar Cantábrico

La capital de Guipúzcoa, San Sebastián, se despliega mirando a la Bahía de La Concha, en cuya arena se instala el Balneario La Perla del Océano, antigua caseta real de baños. El Monte Igeldo marca el límite en uno de sus extremos quedando a sus pies la Punta Torrepea, donde se instala el “Peine de los Vientos”, escultura de Eduardo Chillida. Con esta breve descripción, no queda duda de que hablamos de una ciudad enclavada en un lugar mágico, un paisaje de montaña y mar en una ciudad encantada.

Bahía de la concha


Ruta por la “ciudad vieja”
Comienza la ruta en la calle Narrica donde se asoma el monumento más antiguo de la ciudad, la Iglesia de San Vicente. Esta obra de estilo gótico posee magníficos retablos y la figura del Ecce Homo. Continúa la visita hacia el Museo de San Telmo, levantado en el siglo XVI como convento de los Dominicos. Antes de convertirse en museo también se utilizó como cuartel de artillería. Otra iglesia importante es la Basílica de Santa María del Coro en la que el santo Sebastián está presente en una escultura de la fachada y en un lienzo de Boccia en el altar, presidido por la Virgen del Coro, patrona de la ciudad. Dice la leyenda que un religioso quiso llevarse a su casa la pequeña figura de la Virgen pero al acercarse a la puerta, se quedó inmovilizado, sin poder salir. Por este motivo se colocaría la imagen en el altar mayor. En la plaza porticada de la Constitución se alza el antiguo ayuntamiento, reconvertido en Biblioteca Municipal. La casa consistorial fue inaugurada en 1887 como Gran Casino pero después de la prohibición del juego se termino convirtiendo en el actual Ayuntamiento. Te será fácil encontrar la Catedral del Buen Pastor, ya que debido a su altura se puede ver desde diferentes puntos de San Sebastián. Fue construida con piedras procedentes de las canteras del monte Igeldo.
En la ribera de la ciudad abundan casas señoriales de principios del siglo XX, que nos conducirán hasta el puente de María Cristina, el más monumental de los que cruzan el río Urumea. Está adornado con dragoncitos, motivos marinos y escudos.
A un paso de la Parte Vieja donostiarra, el monte Urgull conserva en su cima el Castillo de la Mota. Sirvió de fortaleza entre los siglos XII al XIX, ya que San Sebastián era una ciudad amurallada. En este castillo es donde se instaló el monumento del Sagrado Corazón.

Galería de Fotos



Iglesia de Santa María del Coro



Catedral del Buen Pastor



Puente de María Cristina


Castillo de la Mota. Sagrado Corazón
A sólo 20 kilómetros de San Sebastián se encuentra Fuenterrabía (en euskera Hondarribia), un bello paisaje que no te debes perder. Visita su página Web e infórmate.
Más información sobre San sebastián en donostia.org

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